FRASES CÉLEBRES DE ALEKSANDR SOLZHENITSYN.
Frases célebres de Aleksandr Solzhenitsyn
Redactado por Bernardo Peña . Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos por última vez el 18 mayo 2023.
Aleksandr Solzhenitsyn (1918-2008) fue un escritor ruso, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1970. Veterano militar soviético y prisionero político en los terribles campos de concentración soviéticos, conocidos como Gulag.
Aleksandr Solzhenitsyn fue condenado a trabajos forzados desde 1945 hasta 1956, año en el que fue liberado. Sufrió primero la ruina, luego el destierro y, por último, el exilio. Sus obras fueron censuradas en la Unión Soviética, pues criticaban el sistema soviético y sus infames campos de concentración (del que muy pocas personas salían con vida).
Entre las obras más célebres de Aleksandr Solzhenitsyn se encuentran:
-El hombre ha fijado para sí mismo el objetivo de conquistar el mundo, pero en el proceso pierde su alma.
-Cualquier hombre que haya proclamado la violencia como su método está inevitablemente obligado a tomar la mentira como su principio.
-Cuando la vida se teje con estambres legalistas surge una atmósfera de mediocridad moral que paraliza los más nobles impulsos humanos.
-Los más impredecible y sorprendente para nosotros será el curso de los acontecimientos futuros.
-Ser comunista, inteligente y bueno es totalmente incompatible. El que es inteligente y bueno no es comunista. El que es comunista y bueno no es inteligente. Y por supuesto, el que es comunista e inteligente, es imposible que sea bueno.
-No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla… La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón.
-Uno nunca debe dirigir a las personas hacia la felicidad, porque la felicidad es también un ídolo del mercado.
-Un estado en guerra sólo sirve como excusa para la tiranía doméstica.
-Para nosotros, en Rusia, el comunismo es un perro muerto, mientras que, para muchas personas en Occidente, sigue siendo un león que vive.
-Produce náuseas por su extremado naturalismo y la tendencia a inculcar todos los miedos posibles e imaginables; sin embargo, su idea fundamental no es clínica sino social, y esto es precisamente lo que no se puede aceptar.
-El reloj del comunismo ha dejado de funcionar. Sin embargo, su construcción concreta aún no ha llegado a caer. Por esa razón, en lugar de liberarnos a nosotros mismos, debemos tratar de salvarnos de ser aplastados por sus escombros.
-La justicia es conciencia, no una conciencia personal, sino la conciencia de toda la humanidad. Los que reconocen claramente la voz de su propia conciencia por lo general también reconocer la voz de la justicia.
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