MEMORIAS POLÍTICA Y DE GUERRA CUADERNO DE LA POBLETA: AZAÑA HABLA CON ÁNGEL OSSORIO Y GALLARDO
MEMORIAS POLÍTICA Y DE GUERRA
CUADERNO DE LA POBLETA
PARTE 2
17 de junio de 1937
Página 35
Don Angel Ossorio, embajador en París, me pidió audiencia y le invité a venir más tarde a la Pobleta.[…]
Páginas 36-37
Aunque madrileño, hay en su carácter un punto de baturrismo. Es hombre muy del “porque sí”. Cabalmente, nada se me resiste tanto como las conclusiones a que se llega “porque si”. A veces, por falta de otras razones, se refugia en la Providencia, o, “para hablar con los incrédulos”, como él dice, en una especie de Fatalidad, que se llama lógica de la Historia. Recuerdo que estuvo en verme poco después de los espantosos sucesos de la cárcel Modelo de Madrid, en agosto del 36. No le oculté mi abatimiento, mi horror y mi conflicto de conciencia en que el caso me había puesto.
-¡Vaya! ¡Nos ha engañado usted, o nos hemos engañado!- exclamó-. Le creíamos a usted un hombre terrible y resulta que es una buena persona. ¡ Qué chasco!. Yo no justifico nada; todo lo contrario. Pero está en la lógica de la Historia; note usted que muchos de esos hombres, hace dos años, creyéndose los amos del país, cometieron atrocidades, y a usted mismo le envolvieron en una maraña, en la que participaron, políticos, magistrados, policías y algunos militares, con el sano propósito de fusilarlo a usted. Pues ya ve usted; son ellos los fusilados. Al pueblo no se le había olvidado aquellas atrocidades. Está en la lógica de la historia.
- También han matado al Juez Alarcón.
-Otro prevaricador. Y todavía en esta situación andaba por ahí diciendo palabras imprudentes.
- Para mí ha sido un trago amargo, precisamente porque me persiguió. Si hubiese sabido que corría peligro, habría sido capaz de esconderle en Palacio.
-¡Quijotismo, del más peligrosos! ¡El Presidente de la República esconde aun faccioso!
- ¿Para librarlo del asesinato? ¡Sin duda! Además de la piedad, ¿no percibe usted el daño que hacen esas cosas?
La actitud de Ossorio habría sido normal, aunque no aceptable, en persona de distinta extracción. ¿He vivido tantos años candorosamente equivocado sobre el valor de ciertas, cosas, de tales convenciones acerca de las que estaban de vuelta los demás? Ossorio, monárquico. Sin rey hasta los primeros meses de la República, era el portavoz de la extricta “judicialidad”. En 1932, ocurrida la insurrección anarquista de Figols, me dijo en mi despacho en las Cortes que prefería a los insurrectos legalmente fusilados, antes que arbitraria y temporalmente deportados.
- No pensarán ellos lo mismo, le dije.
- -No se trata de su parecer, sino de la conducta del Gobierno.
- -Sin duda, Es una arbitrariedad generosa, para no matarlos.
- La arbitrariedad es mala y la generosidad no será agradecida.
- Lo supongo. Si les diese a elegir entre el fusilamiento y la deportación, elegirían la deportación. Ellos naturalmente querrán que no les fusilen, ni que les deporten, ni les haga nada. De modo que,a poco que se les moleste, aun salvándole la vida a muchos de ellos, se sentirán perseguidos. No es la cuestión. Es que no quiero fusilar a nadie, Alguien ha de empezar aquí a no fusilar a troche y moche. Empezaré yo.
- Los recuerdos se enredan. Haré un punto con el siguiente. Le conté a Ossorio, mi intervención personal para librar a Primo de Rivera del asesinato que iban aperpetrar en su persona lagunos fanáticos de Alicante. Se quedó calaldo.-
- -¡Cómo! ¿Le parece a usted que he hecho mal? ¿Me he excedido?
- - No sé, no sé-
- Resultará que ha sido una pifia…
.jpeg)
Comentarios
Publicar un comentario