UNAMUNO: ÚLTIMAS NOTAS SOBRE LA GUERRA CIVIL.28 DE DICIEMBRE DE 1936

               Últimas notas sobre la guerra civil

28 de diciembre de 1936. (1)




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Cómo y porqué me adherí al movimiento. Salvar la civilización occidental cristiana. Ya antes había yo atacado al Frente Popular. Pero pronto me di cuenta de que los métodos no eran ni civilizados sino militarizados ―ay, la terrible específica dementalidad castrense española― no occidentales sino africanos ―África, espiritualmente, no es occidente― ni menos cristianos, sino del bárbaro y grosero paganismo católico tradicionalista español. Ni el movimiento iba contra el marxismo; era el desquite de la dictadura primo-riverana la de los de «nuestra profesión y casta» y con inspiración carlista. Por qué Mola hizo bombardear Bilbao. La caza del masón; la Liga de los Derechos del Hombre; la Institución Libre. El odio a la inteligencia, la envidia, el resentimiento, el complejo de inferioridad. ¿Que yo podía haber evitado persecuciones? Sí, renunciando a exigir responsabilidades por los hechos; ¿borrón y cuenta nueva? No, no y no.

Ya no podremos vivir en España los inteligentes y limpios de corazón. Y yo con más de 72 años, teniendo a mi cargo a los niños ¿dónde? Otra España, la España ―una Anti-España― que se prepara y el triste ocaso de la España eterna fuera de España, en la emigración. ¿Y el emigrado en su patria? ¿el despatriado en ella? dejar a la España geográfica convertida en un hospital de enfermos mentales.

Esta guerra civil, no es civil. Es un ejército de mercenarios ―pretorianos― la legión y los regulares; no el pueblo.

El efecto de abatimiento. El que me producía ver desfilar por la Plaza Mayor las pobres chicas, uniformadas de milicianas de falange, llevando el paso. Y alguna vez al frente un tamborilero. Y aquella estúpida de... con su boina verde.

                                                                     MIGUEL DE UNAMUNO



(1) [...] Y, finalmente, el 28 de diciembre, día de los santos inocentes escribe [ Miguel de Unamuno]  su última página del Cancionero: 


Morir soñando, sí, mas si se sueña 

morir, la muerte es sueño; una ventana 

hacia el vacío; no soñar; nirvana; 

del tiempo al fin la eternidad se adueña. 


Vivir el día de hoy bajo la enseña 

del ayer deshaciéndose en mañana; 

vivir encadenado a la desgana 

¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?


 ¿Soñar la muerte no es matar el sueño? 

¿Vivir el sueño no es matar la vida? 

¿A qué poner en ello tanto empeño?: 

¿aprender lo que al punto al fin se olvida

 escudriñando el implacable ceño

 –cielo desierto– del eterno Dueño?


Y deja junto a estos premonitorios versos –escrito en la misma hojasus últimas reflexiones sobre la guerra civil. Testimonio de inigualable valor al ser, probable-mente, el último documento escrito por don Miguel antes de morir, que reproducimos literalmente, donde su posicionamiento final ante la rebelión militar no admite especulación alguna. [...]

Harto ya de bregar, una tarde fría y plomiza decide abandonar todos los proyec-tos sobre la camilla, y retirarse a descansar en el pecho del Padre Eterno, miste-rioso hogar donde aún permanece, lejos del barrizal, y con el dolor de España enel fondo de su corazón, gritando las palabras que prestó a Garelli: «¡Pobre Españamía!, mía, mía, mía», y las que a todos dejó en una página del Resentimiento: «Da asco ser hombre»

Francisco Blanco Prieto, Unamuno y la Guerra Civil, 

Cuad. Cát. M. de Unamuno, 47, 1-2009, p. 50

El 31 de diciembre de 1936 falleció Migue de Unamuno y Jugo.




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