"[...] DE TODAS LAS FACULTADES, LA DE LA MEMORIA ES LA MENOS DEMOCRÁTICA [...]



ANDRES TRAPIELLO. PREMIO MARIANO DE CAVIA 2022

Andrés Trapiello: «No se puede reparar a unas víctimas agraviando a otras, eso debilita la democracia»

Discurso íntegro del escritor español premiado por su artículo 'Tal día como hoy', publicado en 'El Mundo' el 24 de diciembre de 2021


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07/07/2022

Majestad, presidente del Grupo Vocento, director de la Real Academia Española, Presidente de la Fundación Universitaria San Pablo Ceu, premiadas con el Luca de Tena y Mingote, compañeros de fatigas periodísticas y literarias, amigas y amigos, señoras y señores…

Dar las gracias al jurado que me ha concedido un premio tan lucido como este me lleva también a recordar con gratitud al jurado de hace veintitrés años. El artículo que habéis señalado hoy habla de otro, escrito precisamente entonces. Puede pensarse que ambos tratan de la historia de España y de la llamada «memoria histórica». Sí y no. Los dos tratan, sobre todo, del asombro. El primero lo escribí pensando en mi padre, que murió unas semanas antes de publicarse, y esto me decidió a presentarlo a aquel Mariano de Cavia. Tenía uno la ilusión de poder resarcirle de alguno de los disgustos que le di en mi juventud. El que habéis premiado ahora también lo he escrito pensando en él, convencido de aquella batalla de Teruel, en la que perdieron la vida más de treinta y cinco mil hombres, en su mayoría jóvenes y muchos de sus amigos, le habría traído al fin una alegría. «Basta de guerra civil» fue lo que los supervivientes de aquella guerra se dijeron cuarenta años después, en 1978. Lo hicieron con seriedad y un respeto mutuo que pasó a la letra impresa con el nombre de Constitución. Y por supuesto que unos y otros decidieron olvidar. Eran conscientes de que muchas de las injusticias que habían cometido y sufrido unos y otros en el pasado eran ya irreparables, pero también que «un exceso de memoria daña la vida», que decía Nietzsche. Se nos habla, ochenta y tres años después, de «memoria democrática», y expresado así parece algo, cuando sabemos que de todas las facultades, la de la memoria es la menos democrática: recuerdan los individuos, cada uno lo suyo, no los pueblos, no los territorios, no algunas élites políticas o académicas, y menos aún por razones sectarias.

Cuando alguien escribe: «Todo revolucionario, con el debido respeto, me ha parecido siempre algo tan pernicioso como cualquier reaccionario (…) y los caldos de cultivo de esta nueva peste nos los sirvieron los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín con las etiquetas de comunismo, fascismo o nacionalsocialismo», cuando alguien escribe esto, no está siendo equidistante sino tratando de abordar el asunto con ecuanimidad. Lo hizo uno de los primeros Cavia, Manuel Chaves Nogales, en el prólogo monumental de su libro A sangre y fuego. Él sabía que si la primera víctima de una guerra es la verdad, el principal enemigo de la verdad es la ficción, principalmente esa de recordar por otros o de recordar lo que nunca ha sucedido. Bien sabía Chaves Nogales que el periodismo trabaja con y para la verdad. Claro que también «la dificultad no está nunca en encontrar y decir la verdad, sino en encontrar quien la lea». A esto le echa una mano la literatura y la poesía. «Di toda a verdad pero al bies», o sea delicada, respetuosamente, sin herir ni agraviar, nos aconsejaba Emily Dickinson.

Eso trató uno de hacer en esos dos artículos. Naturalmente que ha de repararse a las víctimas, pero la mayor delicadeza no es reparar a unas agraviando a otras, no es recordar lo que no ha sucedido o solo una parte en nombre de la reparación y de la democracia. Al contrario. Así es como se debilita a la democracia. «La mentira es el único y fácil recurso de la debilidad». Empecé dando las gracias al jurado de hoy y de ayer, y del asombro. El premio es como si me lo hubierais dado dos veces, y por ello mi gratitud es doble. El asombro, siendo el mismo de entonces, también es doble. El de mi padre, por haber sobrevivido a aquella batalla mítica, descomunal e inútil, no lo perdió nunca. Y el mío por haber sobrevivido, mal que bien, al mito y a la retórica, tampoco. Me ha sostenido el convencimiento de que recordar es cosa de cada uno, y la verdad, cosa de todos. Muchas gracias.

Andrés Trapiello: Ayer no más.   Editorial Austral 2012. Barcelona. Grupo Planeta

[...] Una placa en las Cortes, como en  el Parlamento alemán, con todos los diputados asesinados por unos y otros. Esto tan sencillo despierta recelos y desconfianzas cada vez que se expone, y da lugar a inacabables porfías [...]

páginas (132-133)



 

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