LA ESTRUENDOSA CARTA DE UNAMUNO.SEPTIEMBRE - OCTUBRE DE 1931











Copia de la página 15 de la revista de Puerto Rico; Los Quijotes, de 31 de agosto de 1947; en la que su director, Francisco Cerdeira, inserta una carta suya pidiendo opinión a Unamuno sobre la República española y la explosiva contestación de este el 10 de septiembre de 1931


 Agosto 31, 1947                      LOS QUIJOTES Página  15


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La estruendosa carta de Unamuno


Como ofrecemos en la página del frente, vamos a reproducir la ya histórica carta de Don Miguel de Unamuno y la epístola que motivó tan estruendosa contestación. No podemos ocultar que con la carta de Unamuno fué el primer estacazo que en plena testuz recibió la llamada “República de trabajadores de todas clases”. Veámos uno y otro documento y luego juzgue el lector. Ahí van:



              San Juan, P. R. julio 25 de 1931.


 Señor Miguel de Unamuno. 


Universidad, 

Salamanca, 

España. 

Admirado don Miguel: Aunque tarde no me olvido de los amigos y de los amigos ilustres y geniales como usted, menos. Si más antes no le extendí la cumplida y obligada felicitación obedeció ello más bien a mi indolencia que a la falta de deseo que hubiera podido tener. 

Usted sabe, y si no lo sabe debe sospechárselo, que es usted el único y auténtico padre de la “Niña”. Y no le digo que es usted la madre de la criatura, porque es usted muy macho y muy hombre, “todo un hombre” y como hombre y como español sé que sintió durante años las molestias del embarazo y sufrió los dolores que en sus entrañas le produjo el grandioso alumbramiento. 

Pero, querido don Miguel: leyendo la prensa de Madrid, veo con inquietud, entre líneas, que en el oscuro fondo del nuevo régimen hay algo raro y que a larga distancia no acabo de comprender. Pero usted que además de un gran observador es un profundo psicólogo, se habrá dado cuenta de la clase de fondo, turbio o descompuesto, que al parecer se asienta en la vida de la joven República. 

Dice el bueno de Ortega y Gasset que “no es eso, no es eso” lo que esperábamos... ¿Qué es entonces? ¿Qué pasa? ¡Dígame algo!

 Y, al aguardo de sus noticias queda como siempre su invariable amigo que sabe le distingue y admira, 

Francisco Cerdeira.


CONTESTACION


Madrid, septiembre 10 de 1931. 

Sr. Don Francisco Cerdeira. 

Director de la revista “Los Quijotes” San Juan, de Puerto Rico. 

Distinguido amigo mío:

En esta inmensa piara, recibí su carta que tuvo a bien enviarme a Salamanca. Aunque ya estoy viejo para que me guste el incienso, no por eso dejo de darle las gracias por todas sus bondades. 

Me pide usted que le diga como va la República. La República o res-pública, tengo que decirle que no va: se nos va. Esa es la verdad. El suspensorio (1) que el año 23 le puso a la monarquía aquel boy-scout sesentón que Dios confundió,(2) no era tan malo si lo comparamos con el indecente braguero que nos pusieron estos pinches y limpiabotas vitalicios, con el cual acabarán por estrangular la hernia putrefacta de la Nación. 

No cabe duda que Ortega y Gasset divaga bonachonamente al decir que a la República hay que defenderla de “payasos, tenores y jabalíes”, eso era antes. Ahora de lo que hay que defenderla es de bufones, Scarpias y Al Capones. También esta es la verdad. 

Del caos presente así como del horizonte sombrío que ya palpamos (3) ¿Quién tiene la culpa? La culpa la tiene esta insolente plutocracia jubilada que no supo curar el mal el 98, año de la vergonzosa derrota. El 23, era tarde. Ahora, no hablemos. 

Tiene usted razón al decir que en el Parlamento contamos con un grupo selecto que honra no sólo a España, sino al mundo. Pero ese grupo minorista es muy reducido, tan reducido es, que no puede contener, por muchos esfuerzos que haga, el empuje arrollador de la crápula que lo integra. Así va todo. 

De los improvisados genios del Banco celeste, ¿qué quiere que le diga? Ahí está ese Alcalá Zamora que habla más que el loro de Robinson (4); y esa arrepentida hermana clarisa (5) del ministerio de Justicia que no sabe hacer más que “posse” ante la cámara fotográfica; y ese Azaña que ha destrozado el ejército (6) dejando indefensa a la República, creyendo, el muy iluso, que España es un pueblo de santos; y ese hipopótamo cunero (7) que está llevando a la Nación a la ruina desde el ministerio de Hacienda; y ese fantasmón musulmán, emperador sin “paralelo” que por ser jefe de Gobierno ha rodeado a la República de enemigos dentro y fuera de la Nación (8). Sin embargo, nos queda el consuelo de pensar que tenemos a ese bueno de Domingo que vale por toda una semana (9): tal es su gigantesca labor que no saben comprender los esbirros que lo rodean en el Gabinete sin cajón... 

En fin... esto dura poco. El pobre Hamlet tiene su fiel representación en este falso templo de la ley: palabras, palabras, palabras. No hemos cambiado. Medio siglo largo de dura experiencia, de nada nos ha servido. Si con la primer República acabó un Pavía, con la segunda acabará un Pavo y no real precisamente, sino de los otros: de los que están dando al traste con todo lo constituido que es bien malo. ¡Es la inevitable evolución de los tiempos que no queremos comprender!...

 Consérvese bueno y sabe lo aprecia su amigo. 


Miguel de UNAMUNO


(1) Por hacer esta frase y publicaría en  la Prensa Buenos Aires, aludiendo al Directorio  Militar,  fué expulsado Unamuno, de España

(2) Se refiere Unamuno al fenecido general Primo de Rivera. 

(3) Más tenebroso no pudo ser ese “ horizonte” y pruébalo la sangrienta tragedia del mes de octubre y la hecatombe que provocaron los Al Capone de Largo Caballero

(4) Ese loro parlanchín se ha convertido en una cotorra epiléptica.

(5) Esa arrepentida  hermana clarisa, es de los Ríos, el que de modo draconiano decretó se retirarán los crucifijos de las escuchas públicas más que arrepentido, está desolado ante los resultados de su obra nefasta.

(6) Bien se vió lo que hizo o intentó hacer aquel… señor con el noble ejército español: dejar indefensa a la República para luego entregársela a la canalla socialera

(7)  Se refiere Unamuno a Indalecio Prieto. No sólo arruinó a la Nación sino que se enriqueció saqueando descaradamente al Estado. Hoy ese aprovechado socialista es millonario y su fabulosa fortuna la tiene depositada en los Bancos de Londres y de Méjico.

(8) De que Lerroux por ser jefe de Gobierno rodeó a la República de sus enemigos dentro y fuera de la Nación, no cabe duda laguna.

(9) Alude a Marcelino Domingo. 


AMPLIACIÓN 

La carta , en principio de carácter privado, fue publicada en el periódico puertorricense La Democracia de 17 de octubre de 1931 y  dada a conocer  en España el día 5 de noviembre en el diario español  La Nación en su página 15. 


Se desató a partir de  ese momento una intensa polémica se desató al calor de  la prensa que mantenía la veracidad de su información y los que afirmaban que si Unamuno era el autor de esa carta.El diputado Pérez Madrigal afirmó en la Camara el 5 de noviembre:

" [...]En "La Nación", periódico superviviente de la más baja y mas negra tiranía española, se reproduce hoy una carta, achacada . al genio de D. Miguel de Unamuno. Yo no quiero creer que esta carta sea autentica ; pero si to fuera, este genio republicano no podrá permanecer ni un minuto mas entre nosotros . Es una opinión personalísima"

El presidente de las Cortes, Julián Besteiro, pretendió poner fin a la intervención del diputado del partido  Radical  Socialista con estas palabras:

" [...] se me acaba de acercar una persona autorizada de la Cámara a decirme que ha hablado con el Sr. Unamuno y que este le ha dicho que esa carta es absolutamente falsa y que declarando su falsedad ha cablegrafiado a América"




    Miguel Angel García Juan estudia el origen de esta carta, en el trabajo  titulado: La decepción del diputado Miguel de Unamuno y la detonante carta enviada en septiembre de 1931 al director de la revista LOS QUIJOTES DE PUERTO RICO, concluyendo que su autor fue el filósofo vasco . 

    Pero, desde luego, no hay que desconocer la vigencia en ese momento de la ley  de Defensa de la República española de 21 de octubre de 1931 (Gaceta del 22, aunque se volvió a publicar  en la Gaceta del 28, pues no se había omitido  un artículo 6º  en la Gaceta del 21  indicando la fecha a partir de la cual  entraba en vigor  dicha ley).

     Entrando brevemente el articulado  y su posible relación  con la disputa sobre la carta, recordaremos que  en   el articulo  1º  se detallan los   actos de agresión a la República,  y entre ellos  el siguiente:

      " Toda acción o expresión que redunde en menosprecio de las Instituciones u organismos del Estado" 

     En  el artículo 2º  se especifican  las sanciones  a que se exponen quienes cometan alguna de las agresiones mencionadas contra la República, bien; confinamiento o extrañamiento "por un periodo no superior al de vigencia de esta ley", o bien ; una multa de hasta 10.000 pesetas.

 Además , se establece, en el artículo 4º se dice:

 "Queda encomendada al Ministro de la Gobernación la aplicación de la presente ley" 

Es decir no hay intervención de los Tribunales, además se especifica que:

"Cuando se imponga alguna de las sanciones previstas en esta ley a una persona individual, podrá el interesado reclamar contra ella ante el señor Ministro de la Gobernación en el plazo de veinticuatro horas."

    Evidentemente el recuerdo de Unamuno de su exilio durante la Dictadura de Primo de Rivera, por parecidas razones,  debió pesar sobre el escritor vasco, entonces diputado, Rector de la Universidad de Salamanca y Presidente del Consejo de Instrucción Pública.

 Pero, insistimos, para  tener una explicación más detallada es aconsejable leer el trabajo de  Miguel Ángel García de Juan.

La decepción del diputado Miguel de Unamuno y la detonante carta enviada en septiembre de 1931 al director de la revista LOS QUIJOTES  DE PUERTO RICO. enlace  de Miguel Ángel García de Juan

                                                                                                                       

 


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