EL MAYRIT ISLÁMICO

EL MAYRIT ISLÁMICO

26 octubre, 2015 / ALUENGOGIL

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La ciudad de Madrid cuenta actualmente con una población de más de tres millones y medio de ánimas, pero en su origen, en la segunda mitad del siglo IX, surgió como una pequeña plaza fuerte de tamaño muy reducido. Mayrit (“madre de aguas”), era una fortaleza militar dependiente de Toledo poblada por guerreros, artesanos y agricultores, cuya extensión abarcaba desde el Palacio Real a la Cuesta de la Vega y de ahí hasta aproximadamente el comienzo de la calle Sacramento; un total de 8 o 9 hectáreas en las que vivirían entre 2000 y 3000 personas.

Dado el carácter fronterizo y militar de la ciudad ésta quedaba amurallada en su perímetro, por lo que el recinto recibía el nombre de Al-mudayna (“recinto amurallado”; de ahí vendrá el nombre de la “Virgen de la Almudena”…).

La muralla árabe del siglo IX (de la cual conservamos restos en la Cuesta de la Vega y en el futuro Museo de Colecciones Reales) disponía de 3 puertas de salida y acceso a la ciudad.

En el extremo suroccidental estaba la Puerta de Alvega, así llamada por estar orientada a la vega del río Manzanares (donde se encontraban las mejores huertas y en las que según la tradición trabajaba San Isidro). Fue una de las pocas puertas medievales que sobrevivió al paso del tiempo, siendo remodelada en el siglo XVIII según el estilo neoclásico, aunque fue finalmente demolida en el siglo XIX.

En el extremo suroriental, a la altura de la calle Mayor, estuvo el Arco de la Almudena que en época cristiana pervivió con el nombre de Arco de Santa María. Se trataba de un torreón defensivo abierto con arco de medio punto que ya en el siglo XVI se encontraba en estado de ruina (según las crónicas de la época “todas las veces que se pasa por allí se pasa con miedo…”), por lo que fue demolido en 1550.

Por último, se sabe con certeza de la existencia de una tercera puerta en la parte noreste de la muralla llamada Puerta de la Sagra, pero de la cual no conocemos su posición exacta.

Dentro de la Almudayna podemos distinguir dos partes de la ciudad bien diferenciadas: la Alcazaba (al norte, con la fortaleza y el ribat donde se reunían los guerreros) y la ciudadela (al sur, donde vivía la población). Ambas zonas quedaban separadas por el Campo del Rey, un terreno en origen abrupto y desnivelado, lleno de fosos y cárcavas por la desembocadura de uno de los ramales del Arroyo del Arenal.

Aunque son muy pocos los vestigios de esta época que nos han llegado hasta nuestros días, tenemos que imaginar una ciudad con un trazado urbanístico propiamente hispanomusulmán, llena de pequeñas calles estrechas, sinuosas y laberínticas, con algunas plazas donde se establecerían los talleres (tenerías, silos, alfareros…) y los zocos. Igualmente, dos calles principales articularían la organización de la ciudad: una que arrancaría desde la Puerta de Alvega hasta el Arco de la Almudena (origen de la Calle Mayor), y otra desde la Mezquita aljama (en el lugar que se levantaría la desaparecida Iglesia de Santa María de la Almudena, en la calle Mayor con Bailén) hasta el Alcázar en el norte de la ciudad.

Con el tiempo la ciudad de Mayrit fue creciendo y los asentamientos fueron excediendo sus murallas, de manera que a lo largo del siglo X fue surgiendo de manera espontánea y desordenada una medina extramuros.

No hay consenso en cuanto a los límites de esta expansión, pero la nueva población llegaría aproximadamente hasta la muralla cristiana del siglo XII (actual zona de la Latina), en torno a los caminos a Alcalá y Toledo, abarcando una extensión total de aproximadamente 25 hectáreas.

La actividad principal de esta población sería la agricultura, favorecida por los sistemas de conducción de aguas islámicos (se han encontrado evidencias en la Plaza de los Carros). También destacaría la artesanía (trabajos de cuero y cerámica – aparición de hornos y tenerías) y el comercio (organización de zocos; la Plaza de la Paja fue un gran zoco de venta de ganado y cereales).

También se organizó un barrio mozárabe en torno a la iglesia de San Andrés (grupo de bajo escalafón social, por lo que ubicados en el límite de la ciudad). Así mismo, en época cristiana este barrio sería ocupado por los mudéjares, razón por la cual en la actualidad recibe el nombre de Barrio de la Morería.

Algunos de los personajes ilustres que vivieron en este Mayrit islámico fueron Abu Ya´qub Yusuf, literato, jurista y calígrafo, y Abu-I Qasim Maslama, matemático y astrónomo.