EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS DESAPARECIDOS POR LA GUERRA O EL EXILIO.
Manuel Morales
Madrid - 14 ABR 2020 -00:30 actualizado
HISTORIA DE ESPAÑA
El Congreso de los diputados desaparecidos por la guerra o el exilio
El historiador Octavio Ruiz-Manjón radiografía el destino de los 1.007 parlamentarios de la Segunda República, que se proclamó hace 89 años
De la euforia que se vivió en Madrid el caluroso 14 de julio de 1931, a la tragedia que se abría el 18 de julio de 1936 solo pasaron cinco años, pero dio tiempo a tres breves legislaturas en el Parlamento de la República, por donde pasaron 1.007 diputados (de ellos solo nueve mujeres). De este millar, las caras nuevas en el palacio de la Carrera de San Jerónimo fueron 861 (el 85,5%), la mitad de estos en la primera legislatura, y solo 71 de sus señorías estuvieron en las tres. A casi todos ellos les afectó la Guerra Civil y el exilio. El historiador Octavio Ruiz-Manjón ha bajado de los hechos históricos a las historias individuales con un estudio exhaustivo que radiografía desde la procedencia geográfica de los parlamentarios, su ideología, en que trabajaban… que sintetizó en su discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia, el pasado 9 de febrero. “De los 1.007 diputados, acabaron en el exilio en torno a 367 (el 36,44%). Unos 250 de estos no volvieron y murieron fuera de España, pero otros 80 sí lo hicieron; otros pocos regresaron después de la muerte de Franco”, dice Ruiz-Manjón (Córdoba, 75 años), que, en cualquier caso, advierte de que estas cifras no son redondas por la dificultad de conocer el paradero y evolución de todos.
La cifra más terrible de su informe En la búsqueda del individuo. De los que fueron diputados en los años de la Segunda república española (1931-1939) es la de muertos: “Fueron 183, el 18% del total. Durante la Guerra Civil fueron asesinados 149. El bando sublevado mató a 72 y en la España leal a la República fueron 77. Un triste empate. Casi todos perdieron la vida entre julio y diciembre de 1936. Tras la guerra, otros 34, de izquierdas, cayeron por la represión franquista”, añade Ruiz-Manjón, catedrático emérito de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense y especialista en el republicanismo español del primer tercio del siglo XX. “La última víctima mortal fue el socialista Juan Comorera, que falleció en el penal de Burgos en mayo de 1958”. Fueron en total unos 550 entre muertos y exiliados (el 54,6%).
“Ruptura con difícil retorno”
El que Ruiz-Manjón califica de “punto de ruptura con difícil retorno” fue la Revolución de octubre de 1934, “en la que participaron los socialistas y los nacionalistas catalanes”. “Ahí empieza una quiebra que conduce a un 1935 convulso”. El año siguiente fue el del triunfo del Frente Popular, en febrero, “el periodo parlamentario es breve, de marzo a julio, y acaba prácticamente tras el asesinato del monárquico José Calvo Sotelo”, el 13 de julio. Cinco días después, varios altos mandos militares, entre ellos el general Franco, se sublevaron y empezó la Guerra Civil.
La última víctima mortal fue el socialista Juan Comorera, que falleció en el penal de Burgos, en 1958
Autor, en 2016, del libro Algunos hombres buenos, sobre las figuras que intentaron mantener la nave a flote ante tanto odio, considera Ruiz-Manjón que “la Segunda República tuvo la fatalidad de vivir en un contexto europeo de brutalización del ambiente político”. “El recurso a la violencia como instrumento para neutralizar al enemigo. Pasó en Italia con el fascismo, con la persecución en Alemania de los nazis a los socialistas y con la masacre en Katyn de polacos a manos de los soviéticos, ya al comienzo de la Segunda Guerra Mundial".
En el comienzo de esa etapa hubo mucha improvisación para crear una clase política, explica. “En 1931, los republicanos no eran tantos. Algunos diputados procedían de la oposición, otros eran del mundo intelectual… Fue parecido a lo que ocurrió en 1977 tras Franco”. Wenceslao Fernández Flórez describió en una crónica el pasmo de tanto nuevo diputado cuando pisaron los salones del Congreso. Por regiones, la más representada fue Andalucía, con 160 parlamentarios, el 17% de todos, aunque por debajo de su población, que era el 19,5%. La segunda fue Cataluña, con 108 (el 11,47% sobre un 11,84% de población). Sin embargo, Madrid estuvo sobrerrepresentada: 87 elegidos, el 9,24%, sobre una población de España del 5,87%.
La última víctima mortal fue el socialista Juan Comorera, que falleció en el penal de Burgos, en 1958
Ruiz-Manjón apunta el ambiente de “fiesta popular” que se vivió en esos primeros momentos. “Había una conciencia revolucionaria en el sentido de querer hacer cambios rápidos y en muchos aspectos. Esto estaba en el lenguaje de los políticos, pero la fiesta se agrió pronto”.
El motivo fundamental fue “que se quiso convertir aquella revolución en una falta de aceptación del adversario, se transformó en exclusivismo republicano". “La república para los republicanos, y eso le hizo perder legitimidad social”. En ese proceso apunta varios jalones: “El primero fue la quema de conventos e iglesias, que ocurre, un mes después de la proclamación, en Madrid, Málaga y Sevilla; aunque a veces se da una imagen de la República como si solo se hubiera hecho eso. No fue así, pero era un mal síntoma. La República se radicalizó y no integró a sectores conservadores”, lamenta. Luego llegó la sublevación de Sanjurjo, en agosto de 1932. Tras este fallido golpe, “con la victoria de las derechas en las elecciones de 1933, las izquierdas quisieron anular los resultados”. "Eso lo sabemos por las memorias de Diego Martínez Barrio [presidente del Consejo de Ministros y de manera interina de la República] y de Niceto Alcalá Zamora (también presidente del Gobierno provisional y jefe del Estado).
Así que del quinquenio republicano hubo, no obstante, figuras notables que Ruiz-Manjón considera que deben recordarse: “Hubo gran expectación la primera vez que hablaron en el Congreso Unamuno y Ortega, elegidos en 1931. Pero los intelectuales desaparecieron pronto y afloró el verdadero político. También permanecieron algunas viejas figuras como Alcalá Zamora, Melquíades Álvarez o Lerroux. Y entre los nuevos políticos la figura de más relieve, sin duda, fue Azaña, por su oratoria directa, no tan retórica, y además tenía experiencia política”. Sin embargo, “desde pronto hubo un tono crispado, se perdieron las formas”. Fue en ese ambiente en el que Ortega, harto de interrupciones, dijo en una sesión en el Parlamento: “Hay tres cosas que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí”. Esos jabalíes, extremistas que, según Ruiz-Manjón “alteraban mucho y fueron difíciles de controlar”.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Anexo:Diputados asesinados y ejecutados durante la guerra civil española
La siguiente lista recoge los diputados de la tercera legislatura de las Cortes republicanas asesinados durante la Guerra Civil Española, según Octavio Ruiz-Manjón: (1)
Apellidos y nombre Partido en las elecciones
generales de febrero de 1936
Acacio Sandoval, Pedro CEDA
Acuña Carballar, Antonio FP (PSOE)
Adánez Horcajuelo, Dimas CEDA
Albiñana Sanz, José María PNE
Álvarez Valdés y Castañón, Ramón PRLD
Andrés Mansó, José FP (PSOE)
Antuña Álvarez, Graciano FP (PSOE)
Avia García, Félix CEDA
Aza González-Escalada, Bernardo CEDA
Barrena y Alonso de Ojeda, Luis FP (UR)
Barrios Jiménez, Manuel FP (PSOE)
Berjano Gómez, Víctor Independiente
Bermúdez Cañete, Antonio CEDA
Bermudo Ardura, Rafael FP (PSOE)
Bilbatúa Zubeldia, Antonino FP (PSOE)
Bosch Marín, Francisco Javier CEDA
Bujalance López, Antonio FP (PSOE)
Calbo Cuadrado, Rafael FP (PSOE)
Carretero Rodríguez, Víctor Adolfo FP (PSOE)
Casas Sala, Francisco FP (IR)
Ceballos Botín, Pablo CEDA
Colomer Vidal, Julio CEDA
Corro Moncho, Ricardo FP (UR)
Cortés Villasana, Ricardo CEDA
Cuadrado García, Eliseo FP(IR)
Daza Díaz del Castillo, Fermín Centro
Díaz y Díaz Villamil, José María FP (IR)
Dorado Luque, Luis FP (PSOE)
Esparza García, Rafael CEDA
Estevan Mata, Bartolomé CEDA
Fernández Jiménez, Ernesto FP (PSOE)
Garcet Granell, Bautista FP (PCE)
González Fernández de la Bandera, José FP (UR)
González Taltabull, Gabriel FP (UR)
Granado Valdivia, Higinio Felipe FP (PSOE)
Guerra García, Juan Bautista CEDA
Gutiérrez Prieto, Juan FP (PSOE)
Guzmán García, Manuel FP (IR)
Landrove López, Federico FP (PSOE)
Lozano Ruiz, Juan FP (PSOE)
Madariaga Almendros, Dimas de CEDA
Madero Ortiz Cicuéndez, Jesús Salvador CEDA
Maestro San José, José FP (PSOE)
Martín García, Antonio FP (PSOE)
Martín Romera, Vicente FP (PSOE)
Mateo la Iglesia, José María CEDA
Melgarejo Tordesillas, Rafael CEDA
Miñones Bernárdez, José FP (UR)
Moncasi Sangenís, José CEDA
Mondéjar Fúnez, Daniel Agrario
Moreno Jover, Antonio FP (IR)
Moya Navarro, José FP (PSOE)
Pablo Hernández, Nicolás de FP (PSOE)
Palanco Romero, José FP (IR)
Pascual Cordero, Teodoro Independiente
Piñol Agulló, Luis FCO (Lliga Catalana)
Prieto Carrasco, Casto FP (IR)
Requejo San Román, Jesús CEDA
Rico Avello, Manuel PCD
Rodríguez Figueroa, Luis FP (IR)
Rodríguez Molina, Miguel FP (IR)
Roldán Sánchez de la Fuente, José María Progresista
Rufilanchas Salcedo, Luis FP (PSOE)
Ruiz Valdepeñas Utrilla, Luis Independiente
Salort y de Olives, Tomás CEDA
Seoane Fernández, Ignacio FP (PSOE)
Suárez Morales, Eduardo FP (PCE)
Suñol y Garriga, José FP (ERC)
Valenzuela de Hita, Félix CEDA
Vilatela Abad, Gregorio FP (IR)
(1) Ruíz-Manjón, Octavio (2014). «Violencia vs. representación. Los diputados de las Cortes de 1936, víctimas de la Guerra Civil española». Historia y Política. Ideas, procesos y movimientos sociales (Madrid: Universidad Complutense de Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Universidad Nacional de Educación a Distancia) (32). ISSN 1575-0361.
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